Los deportes electrónicos, comúnmente abreviados como eSports, son una forma de competición que utiliza videojuegos. Este tipo de competición se enmarca dentro del ámbito de los juegos competitivos, que incluye todo tipo de torneos de videojuegos. Se trata de juegos digitales organizados que se pueden ver en vivo o a través de servicios de video a pedido (VOD), y pueden incluir jugadores y equipos profesionales o jugadores y equipos aficionados.
Antes de la llegada de los juegos en línea, los deportes electrónicos estaban relegados a torneos locales en cibercafés. Esto se debió en gran medida a las lentas conexiones a Internet de la época. Pero con la llegada de velocidades de Internet más rápidas y consolas de juegos que permitían múltiples jugadores a través de Internet (como Xbox Live y PlayStation Network), los deportes electrónicos comenzaron a despegar.
A medida que los deportes electrónicos se han vuelto populares, se han establecido ligas de juegos más competitivas y ahora se celebran importantes torneos en todo el mundo. Los juegos más populares pertenecen a los géneros “MOBA” y “FPS” (Multiplayer Online Battle Arena y First Person Shooter). Los ejemplos más populares de estos géneros incluyen League of Legends, Dota 2, Overwatch, Call of Duty y Counterstrike.
En términos de premios en metálico, los eSports son ahora uno de los más importantes del mundo. El premio acumulado para el campeonato mundial de Dota 2 de 2019 superó los $34 millones. Cada año, se añade más dinero a estos premios y los jugadores profesionales ahora pueden ganarse la vida dignamente compitiendo en torneos.
Además de los torneos, algunas ligas de juegos profesionales ahora transmiten los partidos que tienen lugar a lo largo de la temporada, lo que facilita a los fanáticos ver los deportes electrónicos en cualquier momento que quieran. Los servicios de transmisión como Twitch también brindan una forma popular para que las personas vean los torneos de deportes electrónicos mientras se desarrollan.
El auge de los deportes electrónicos se ha considerado positivo, ya que ha proporcionado una plataforma para que los jugadores perfeccionen sus habilidades y obtengan reconocimiento, y el entorno competitivo también anima a las personas a involucrarse más en los juegos. Además, los torneos ahora actúan como una plataforma para la discusión de las distintas comunidades de jugadores, lo que conduce a un mejor diálogo y comprensión.
