El análisis semántico es una subtarea del procesamiento del lenguaje natural (PLN) que se ocupa de mapear el lenguaje natural en una representación de su significado en una forma que pueda ser entendida por aplicaciones informáticas. El análisis semántico se define como la tarea de convertir una oración (u otra entrada) en una representación equivalente de su significado expresado en un lenguaje formal como un lenguaje de programación, una ontología o un lenguaje de representación del conocimiento.
El propósito del análisis semántico es hacer que una computadora interprete una oración u otra entrada y lleve a cabo la acción resultante, realizando tareas como respuesta a preguntas, razonamiento automatizado y sistemas de diálogo. Esto generalmente se hace transformando una entrada de lenguaje natural en una representación o lenguaje formal, que predice con precisión la forma lógica subyacente a la entrada. Para lograr esto, se utilizan técnicas de análisis y algoritmos para asignar un significado a la entrada expresada en un lenguaje lógico u ontología.
Además de analizar el lenguaje natural, el análisis semántico también se utiliza en tareas como la extracción de información, la búsqueda semántica y la construcción de bases de conocimientos. En estas tareas, la representación formal producida por un analizador semántico puede transformarse en una respuesta, resumen u ontología. Estos resultados se pueden utilizar luego para informar mejor decisiones posteriores o tomar acciones automatizadas.
El análisis semántico es un campo que avanza rápidamente con aplicaciones en muchas áreas, como la inteligencia artificial, la educación, la atención sanitaria y la ingeniería. Por ejemplo, se ha utilizado recientemente en tareas automatizadas como aplicaciones de asistentes virtuales, chatbots, sistemas de texto a voz y agentes conversacionales, donde los sistemas no sólo deben comprender el significado de la entrada del usuario sino también poder actuar en consecuencia. para dar una respuesta útil.
El análisis semántico es un área importante de investigación, ya que tiene como objetivo cerrar la brecha entre el lenguaje natural y la comprensibilidad informática. Como tal, es una parte integral de la creación de tecnologías que puedan interpretar con precisión las entradas del usuario para proporcionar respuestas útiles y confiables.